La bodega controla en la actualidad 130 hectáreas de viñas viejas de clones autóctonos de Tinto Fino, distribuidas en más de 200 parcelas ubicadas en 9 municipios diferentes, pertenecientes a la Denominación de Origen del Duero.
Debido a las diferencias de altitud y climatología, los viñedos de cada municipio tienen distintas fechas de maduración óptima y son vendimiados individualmente. Cada viñedo, sea propio o arrendado, es cultivado siguiendo las estrictas directrices de los enólogos a lo largo de todo el año, con cultivo sin herbicidas ni fertilizantes químicos, podas cortas y con todas las operaciones de cultivo enfocadas a la calidad.
La edad de las viñas viejas oscila entre los 40 y los 100 años de antigüedad, de muy bajo rendimiento y excepcional calidad.